expansion - Monday, November 3, 2008 Algunas lecciones de la crisis japonesa
En 1991, la bolsa japonesa y los precios inmobiliarios se desplomaron y provocaron la peor crisis de un país desarrollado desde la Gran Depresión. El sistema bancario había financiado toda aquella locura y el desplome del valor de los colaterales provocó una quiebra sistémica, cuyo saneamiento ha costado el 15% del PIB japonés.La deflación es una patología atípica cuando las familias tienen expectativas deflacionistas retrasan sus decisiones de consumo, especialmente de bienes duraderos, ya que esperan que al año siguiente podrán comprar los bienes más baratos.
Aunque en la actual crisis también hay deflación de activos, por fortuna hay muchas diferencias que alejan el caso japonés del escenario central, aunque el riesgo sigue existiendo. La principal es que al ser una crisis de activos, el desplome de los mercados, especialmente de las bolsas, ha hecho que la sociedad sea consciente de la gravedad de la crisis y ha favorecida la acción de los Gobiernos.
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