lanacion - Sunday, April 8, 2007 Japón entre las turbulencias políticas
Con un Partido Liberal Democrático fuertemente afectado por la derrota electoral y un Partido Demócrata convertido en la primera fuerza del Senado, aunque demasiado heteróclito para constituir una fuerza creíble de alternancia, Japón se orienta a una peligrosa parálisis política.
Ya sea que permanezca en el poder o que se vea obligado a retirarse bajo la presión de la oposición interna en su Partido Liberal Democrático (PLD), Shinzo Abe habrá demostrado, durante diez meses a la cabeza del Gobierno, que la figura del político clásico que él encarna ya no es lo que espera el electorado. Pero Abe es también portador de un mensaje de reafirmación de la identidad nacional que podría estar destinado a perdurar, e incluso a fortalecerse, en el período de inestabilidad política que ahora se abre.
Su severa derrota en las elecciones senatoriales del 29 de julio ¿motivará al PLD a congelar este aggiornamento del conservantismo, destinado a anclar a Japón más a la derecha? ¿O más bien se verá tentado a jugar la carta de un neo-nacionalismo aglutinador, frente a una oposición revigorizada pero que quizá no tenga las espaldas tan sólidas para asumir las responsabilidades que le incumben?
El más joven Primer Ministro de Japón (52 años) no ha convencido: estrella en ascenso cuando sucedió a Junichiro Koizumi en septiembre de 2006, se convirtió rápidamente en un meteorito en fase descendente. El PLD contaba con él para evitarle al bando conservador una derrota en las senatoriales, pero estas tomaron la forma de un voto de censura.
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