Un japonés en el aeropuerto de México

El ciudadano japonés Hiroshi Nohara ha vivido durante casi tres meses en la terminal del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en México. Sobrevive con los alimentos que le regalan los restaurantes de comida rápida y duerme en una silla. Está así desde el 2 de septiembre. Al principio asustó a los pasajeros y las autoridades del aeropuerto le pidieron a la embajada japonesa que investigara las razones por las que se negaba a irse. Ahora se ha convertido en una especie de celebridad, con una cobertura casi diaria en televisión sobre su vida en el área de restaurantes. Los turistas se detienen para fotografiarse con él . Algunos le piden un autógrafo. Este nativo de Tokio tiene una visa de turista y un boleto de regreso a casa, pero nunca ha salido del aeropuerto. En una entrevista realizada el jueves, cerca del restaurante de la cadena McDonalds, dijo no tener motivo alguno para estar residiendo en el aeropuerto y que no sabe cuánto tiempo vivirá en él. No comprendo por qué estoy aquí, dijo. Huele mal, y está sucio, pero sus papeles están en regla. Puede quedarse ahí hasta fines de marzo. Como Tom Hanks en la película La terminal. Pero aclaró: Mi vida es la segunda parte de ese film.