elmundo.es - Thursday, August 25, 2011 Arte floral japonés Ikebana
Entrar en la sede de la Fundación Sales significa dejar atrás la agresiva y gran ciudad para adentrarse en un oasis en el que plantas, flores y arbustos recuperan su valor frente al acoso de la civilización. El vergel levantando a escasos metros de la playa de Samil por el paisajista Francisco de Sales Covelo, fallecido en 2001 tras diseñar los principales parques de Vigo, se ha convertido en puerta de entrada para la cultura japonesa.
Los jardines de la institución dan cobijo desde hace años al Club Bonsai de la ciudad y ahora son también el único lugar de Galicia en el que se puede asistir a una clase de Ikebana, arte floral japonés en el que se une la composición artística con la meditación.
Tradicionalmente, el Ikebana es para las mujeres y los bonsais para los hombres
Consiste en dejarse llevar por la asimetría y por lo vacíos, no puede haber dos flores iguales y cada cosa debe lucir por sí misma, ser protagonista sin competir con el resto, define Teresa Cid. La gran diferencia con las composiciones florales de Europa estriba en que no existen los planos simétricos y no se le da importancia al conjunto.
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