- Wednesday, February 15, 2012 Gravemente dañada la industria agroalimentaria Japonesa de Fukushima
Los agricultores de la zona todavía luchan por asumir que una de las peores consecuencias del desastre es el golpe a la industria alimentaria japonesa, otrora respetada en todo el mundo por su calidad.
Los productos de mar y agrícolas reciben rechazo interno e internacional por el temor a la radiación, dijo Ryota Koyama, experto en seguridad alimentaria de la Universidad de Fukushima.
Llegó el momento de desarrollar nuevas políticas de seguridad basadas en evidencias científicas y en preocupaciones sociales, paso crucial hacia el abordaje de este problema, señaló Koyama.
En los últimos meses, el gobierno ha intentado que la población vuelva a confiar en los alimentos cultivados en Fukushima y zonas vecinas y para eso emprendió la limpieza de los suelos contaminados de granjas y huertas.
Las autoridades también se comprometieron a realizar nuevos análisis para detectar cesio 137, un peligroso material radiactivo, en más de 25.000 establecimientos agrícolas, establecer medidas de seguridad más estrictas a partir de abril de este año, e intensificar las inspecciones en busca de radiación en las tiendas de alimentos.
El cesio 137 es carcinógeno y tiene una vida media de unos 30 años.
Activistas antinucleares y madres y padres que continúan presionando para que haya mejores normas de protección a la infancia de Fukushima insisten en que no estarán satisfechos hasta que el gobierno tome medidas para evacuar a toda la población infantil hacia áreas totalmente seguras. La creciente indignación y desconfianza del público hacia el gobierno vuelve relevante el desarrollo de estándares de seguridad nuclear basados no solo en medidas científicas.
Más de 100.000 personas, principalmente jóvenes, abandonaron Fukushima.
Probablemente esas migraciones masivas afecten la producción de las ricas áreas agrícolas del nororiente, y el gobierno, entonces, tendrá que tomar decisiones difíciles
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