Los ninjas en el Japón feudal

El arte Ninja nació en el Japón feudal. Los ninjas fueron agentes de élite japoneses instruidos en el arte del Sigilo. Es un arte marcial que consiste en una exhaustiva recopilación de técnicas de espionaje, confusión, combate a manos y con armas tradicionales de la época y, muy particularmente, recolección de información. A estos guerreros se los utilizaba como espías y asesinos y se caracterizaban por trabajar en misiones nocturnas y vestir de negro con sólo los ojos al descubierto. Su tarea principal era encargarse de tareas en las cuales era fundamental la discreción, la eficiencia y el subterfugio. El rol del ninja era similar al que desempeñan los comandos en ejércitos modernos. Sus ventajas respecto de los samurai: el ninja era un guerrero ligero, experto en artes marciales y entrenado para atacar en solitario o en grupos pequeños. Las mujeres que realizaban este arte, tenían características especiales: Se las llamaba Kunoichi y eran capaces de penetrar en el corazón del oponente, con un aspecto que podía seducir a cualquiera y un entrenamiento mixto que comprendía la delicadeza de una geisha y habilidades del ninja. Eran tratadas con gran respeto y tenían un entrenamiento táctico superior a los varones, algo extraño para la cultura japonesa. Los aspectos de su entrenamiento físico eran velocidad, equilibrio, fortaleza, agilidad y resistencia, astucia, variedad de recursos, resolución y disciplina.