Kabuki es la forma de arte dramático popular que ha sido el favorito entre los japoneses desde el siglo diecisiete. Hoy es mucho más popular que noh o bunraku de los cuales ha asimilado varios aspectos.
Kabuki puede ser entendido como una mezcla resumen del resto de formas de teatro tradicional japonés. Sin embargo también tiene algunas características que le hacen único como pueden ser: el mawari butai (escenario giratorio) que permite cambios de escena casi instantaneos; el hanamichi que es un pasillo largo que atravesando todo el teatro y la audiencia va desde el escenario principal hasta la parte trasera de la sala lo que permite un mejor contacto entre el actor y el público.
La música y el baile son fundamentales para el desarrollo del kabuki. La mayoría de las obras de kabuki se acompañan de melodías japonesas típicas tocadas con varios shamisen (instrumento de la familia del laúd) y otros instrumentos tradicionales de Japón.
Los actores siguen un patrón de ritmo específico en su forma de hablar y moverse.
Kabuki es muy distinto al teatro moderno. En el teatro moderno los actores actúan impregnando el ambiente con el mayor realismo posible. En el kabuki casi todos los movimientos de los actores están predefinidos y no existen exageraciones.
Otra característica por la mayoría conocida es que todos los papeles incluso los de mujeres son representados sólo por hombres.
El cambio de ropa y personaje dentro de la misma representación por un mismo actor es bastante común.
Normalmente las obras de kabuki tratan sobre la riqueza de los nobles y clase guerrera o sobre la vida de la clase corriente.
El arte de la representación del kabuki es pasado de padres a hijos y el entrenamiento empieza desde muy pequeños. El actor es considerado más importante que la obra y no cambia su estilo para ajustarse a la obra sino que es la obra la que cambia para ajustarse a las habilidades del actor.
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