El sake es una bebida que se obtiene de la fermentación del arroz. Aunque pensamos en el sake como un alcohol fuerte, la realidad es que su grado alcohólico está alrededor del 15 - 16%. El sake acompaña a la cultura Japonesa en todas sus facetas y desde tiempos inmemorables. Al visitar los templos se pueden ver los grandes bidones de 50 -100 litros que rellenos de sake se utilizan en los muchos eventos y celebraciones que se realizan.
El precio del sake en Japón ronda los 10 euros el litro para un sake tirando a malo de consumo diario. Igual que el vino y para quien esté dispuesto a pagarlo, un litro de sake de calidad puede llegar a valer cientos de euros.
Aunque el sake se fabrica en todas las regiones de Japón, existen lugares que por la pureza de sus aguas y la alta calidad del arroz, producen sakes famosos que alcanzan altos precios y están muy demandados.
Aunque el sake es la bebida más conocida de Japón, la realidad es que los Japoneses consumen de forma habitual y en mayor cantidad cerveza, tanto Japonesa como de otros países. También se puede encontrar fácilmente whyski también Japonés o extranjero.
El "shochu" es otra bebida autóctona de Japón producida por la destilación de cualquier sustancia que contenga alcohol, es común la destilación de la patata. El "shochu" para mí ya es un alcohol con todas las palabras porque el grado alcohólico ronda el 35-45% y el sabor es ... fuerte.
Para entender lo mezclado de la cultura Japonesa con el sake, sólo hay que ver las distintas "frases hechas" y dichos que existen sobre el sake. Entre ellos está que el sake es la mejor medicina, un prolongador de la vida, la comida del viajero, un abrigo para el frío, la excusa perfecta para visitar a un amigo sin tener invitación, para olvidar penas, para igualar personas de distinto nivel social, un alivio al trabajo, un amigo para el que vive solo etc.
Los Japoneses utilizan el alcohol como la excusa perfecta para la socialización. Los trabajadores después del trabajo están prácticamente obligados a ir a tomar alguna copa con sus compañeros de cualquier rango y/o clientes de otras empresas. Estas ocasiones son uno de los pocos momentos de verdadera relajación en la estricta sociedad jerarquizada Japonesa, se pueden intercambiar opiniones expresándose con libertad y sirven para crear profundos lazos personales.
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