Oomisoka o Noche Vieja (31 de diciembre).
Alrededor de las doce, la gente va a los templos para tocar sus campanas. Las campanas no son grandes como aquí, sino pequeñas y se encuentran a la entrada de los altares. Se tocan cada vez que uno va para avisar de su llegada. En este día se suele tocar 108 veces, las mismas que según la creencia budista son los deseos mundanos de los seres humanos como forma de ahuyentarlos.
Tradicionalmente se come tallarines de trigo para pedir salud para el nuevo año y larga vida.
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