Los primeros abanicos fijos datan del siglo VIII en China pero fue en Japón en el siglo IX donde se inventó el primer abanico abatible. Se atribuye su invención a un fabricante japonés que tuvo la idea al observar las alas de un murciélago. Corrobora esta leyenda el hecho de que los primeros abanicos plegables se denominaban "komori", palabra que en japonés significa murciélago. En Europa, el abanico plegable aparece en el siglo XVI, probablemente a través de Portugal, país que en aquella época mantenía una intensa actividad comercial con Oriente.
Originalmente surgió como meramente funcional pero más tarde llegó a ocupar un importante papel en la etiqueta y baile Japonés.
Los primeros abanicos abatibles consistían únicamente en finos palos de ciprés unidos por lazos. Más adelante, estos palos fueron recubiertos de papel y decorados.
Al principio fueron utilizados en la corte pero rápidamente se hicieron muy populares tanto en la vida diaria como en ceremonias religiosas y el teatro noh y kabuki.
Los abanicos utilizados en el teatro noh y kabuki suelen estar decorados con pinturas o patrones impresos fijos. Los utilizados para el día a día suelen tener todo tipo de diseños, siendo los más populares los poemas escritos a mano con caracteres kanji así como los paisajes y retratos.
Es bastante común que te den abanicos fijos de plástico recubiertos de papel con propaganda diversa en los actos multitudinarios.
Hoy los abanicos abatibles se utilizan en Japón prácticamente como en España, en baile, teatro, como decoración y cuando aprieta el calor. Leer mas en nueva ventana |