La historia del sumo se remonta a tiempos antiquísimos en Japón. Incluso hay una leyenda que dice que en la era mítica los dioses lucharon sumo entre sí. Sumo no era sólo un deporte, sino un evento usado para predecir la voluntad de los dioses, por ejemplo para predecir si la cosecha iba a ser buena o no etc. Alrededor del siglo VI el sumo se empezó a ver y practicar también como un deporte.
En el sumo moderno, los luchadores, dos cada vez, miden sus habilidades uno contra otro en un rin circular de 4,55 metros de diámetro. Los luchadores atacan sin ningún tipo de arma llevando únicamente una especie de taparrabos, llamado mawashi.
Es chocante ver las serie de actor ceremoniales que realizan antes de empezar el combate. En una especie de ritual de calentamiento pegan los pies al suelo, enjuagan la boca con agua, se secan con papel y arrojan sal al rin como símbolo de purificación.
Una vez preparados y en posición uno contra otro, se aproximan y ponen los puños en el rin. Entonces empieza el combate y cargan uno contra otro empujándose y agarrándose con fuerza. El primero que toque el suelo con cualquier parte de su cuerpo excepto la suela del pié o sea expulsado del rin, es el perdedor.
No penséis que siempre el más grande es el que gana, muchas veces he visto algunos más pequeños (eso sí de 2x2 metros) que con mucha habilidad tiraban al más grande y patoso.
Aunque la primera vez que se ve el sumo reconozco que es un deporte que no gusta, poco a poco y una vez que se aprenden los trucos y detalles se le va cogiendo más el gustillo.
Si alguien está interesado en ver sumo en directo, hay que saber que el precio más barato suele estar por encima de los 150 euros por una localidad mala y las entradas hay que reservarlas con bastante antelación. Una opción más barata es ver a los no profesionales practicando en combates. El sitio para compra las entradas es el mismo que para los profesionales pero no en todas las épocas va a ver torneos. Tenéis que mirar en el momento que vayáis.
Hay sólo una organización profesional de sumo que organiza seis torneos al año (llamados ozumo), tres en Tokio y uno en Osaka, Nagoya y Fukuoka. Cada torneo dura 15 días. Cada luchador de sumo está categorizado en un ranking de luchadores y se mueve arriba o abajo según el número de victorias que obtiene en estos torneos. El lugar del ranking más alto lo ocupa el yokozuna o gran campeón.
El ganador de un torneo recibe la "Copa del Emperador" que es el máximo trofeo que se puede adquirir, junto con numerosos regalos de los organizadores y patrocinadores.
El sumo, como deporte nacional, es extremadamente popular entre los Japoneses que lo ven principalmente en la televisión.
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