Bonsáis o árboles enanos es un arte desarrollado en Japón. Consiste en plantar un árbol en un tiesto de cerámica y a través de un proceso que según dicen dibuja y acentúa los poderes vitales de la planta, produce un árbol con todas sus características pero enano en todas sus formas y de una belleza natural agradable a la vista.

En comparación con las plantas normales de decoración de interior o exterior, los bonsáis duran muchísimos años, ganando en belleza según envejecen.

La esencia del arte del cultivo radica en el control adecuado del crecimiento del árbol a través de técnicas que favorecen o restringen al mismo en función de lo que se quiera conseguir. El árbol es periódicamente transplantado, renovando la tierra y ajustando las raíces; la cantidad de abono y agua es cuidadósamente controlado; la localización del mismo se cambia en función del tiempo y la estación; se utilizan guias para dirigir las ramas; se cortan las ramas y hojas que no están acorde con el resultado buscado; y por supuesto se protege de insectos y otras plagas.

Los bonsáis se cultivan en multitud de formas. Así se modifica su verticalidad, se tuercen, inclinan sus ramas, se plantan en grupo o de forma aislada, se trabaja en la configuración de la raíz para que se muestre de formas diversas etc.

Prácticamente en cualquier lugar de Japón se pueden apreciar preciosos bonsáis en los jardines de las casas. Cuando la temperatura lo permite, paseos por aceras te pueden dar muy agradables sorpresas al encontrar alguna casa en la que su propietario ha sacado los bonsáis a airearse al exterior. Bonsáis de una belleza imposibles de ver en España. Yo particularmente me quedaba horas admirándolos.

El tipo de árbol que se utiliza para realizar el arte del bonsái depende del lugar de Japón donde nos encontremos y normalmente utilizan el árbol que se da en esa región de forma natural. El pino es el más usado pero se pueden utilizar muchos otros tanto de hoja perenne como de hoja caduca, con flores, con frutas etc. cada uno con sus especiales características y belleza.

Se dice que el arte del bonsái nació del profundo amor que tienen los Japoneses por la belleza de la naturaleza y el intento de estos por traer esta más cerca de su vida cotidiana. Sea por lo que fuera, el hecho es que, a mi juicio, el arte de la creación de un buen bonsái y poder disfrutar de uno es una de las cosas más difíciles y de más belleza de este mundo y define perfectamente la cultura japonesa del detalle y la paciencia. Muy lejos de nuestra cultura occidental.